No es cierto que el agua sea escasa en Catalunya

¿Alguien puede afirmar sin sonrojarse que Catalunya es un país de “Pobreza Hídrica”?

Podríamos estar de acuerdo en que la distribución temporal y geográfica que tenemos en el conjunto de Catalunya no es la que desearíamos, Pero no es cierto que “falte agua”.

Le cargamos el muerto a la naturaleza. “Es un país que no sap ploure” y todos tan contentos. Rogativas para que llueva y, menos frecuente, pero también, para que pare de llover.

Veamos….

Cualquiera que calcule la oferta de agua que nos regala la Naturaleza y la compare con nuestras necesidades racionales.

Cualquiera que analice donde se producen los mayores consumos de agua, que es la agricultura, prácticamente en un 80%, después la industria y los usos domésticos.

Cualquiera que pregunte, dado que es el mayor consumo, que se ha hecho realmente para incentivar y ayudar a los agricultores tradicionales a regar racionalmente, tal como están haciendo las nuevas explotaciones, teniendo en cuenta que disponemos hoy en día excelentes y precisos sensores de humedad en tiempo real para regar estrictamente lo necesario.

Cualquiera que se pregunte porque tantos miles de metros cúbicos tratados en depuradoras públicas de zonas agrícolas no se usen para riego agrícola, cosa que es deseable y factible.

Cualquiera que mire los hm³ depurados en el Área metropolitana de Barcelona, de los cuales solo se regeneran teóricamente un 15%

Cualquiera que analice, sin sonrojarse, las pérdidas en las redes de aguas potables, del orden del 20% perdidas redes de suministros. “Casi un 24% del agua potable que se suministra en Catalunya a la población se pierde por fugas en la red de distribución, según datos de l’Agència Catalana de l’Aigua (ACA)... El año pasado se perdieron por las tuberías de la red catalana 134.000 millones de litros, es decir, 134 hectómetros cúbicos. Sin estos escapes, Catalunya tendría el doble de reservas que tiene ahora”. (La Vanguardia 03/04/23).

Cualquiera que conozca las infraestructuras hidráulicas ATL, Aguas de Barcelona, CAT, etc. que disponemos y sus interconexiones actuales y posibles futuras.

Cualquiera que piense en los miles de metros cúbicos de aguas contaminadas por nitratos que no podemos usar desde hace más de treinta años por estar contaminadas.

Cualquiera que pregunte qué porcentaje de “aguas grises” se están aprovechando en hoteles, instalaciones deportivas, residencias de estudiantes…

Cualquiera que se pregunte porque hay pérdidas durante otros treinta años que nunca se arreglan (Badalona 180 m³/día)

Cualquier a que mire la cantidad de miles de metros de agua en exceso que hay que bombear en el Liceo de Barcelona y en las líneas de metro de la ciudad.

Cualquiera que mire si se ha hecho algo, o no, en el tema de disponibilidad de agua y gestión forestal

Y entrando en las anécdotas…

Cualquiera que haya visto malgastar el agua para quitar la arena de los pies o de la pala y el cubo de los niños en las playas durante situaciones de “prealerta por sequía”… o instalar duchas específicas para mascotas en las playas, que no estoy en contra por sí mismo, lo que ofende a la inteligencia es decir que falta agua.

Tendrá que estar de acuerdo en que en este país no falta agua, falta gestión del agua.

Falta una estrategia de gestión del agua que no pasa por construir más desaladoras de las que tenemos. Las desaladoras son solo la demostración de la ineficacia de nuestras estrategias.

Y no es por falta de profesionales en la empresa públicas, ACA, ATL y otras, o profesionales de empresas privadas que los hay extraordinariamente preparados.

Es por falta de una estrategia razonable de gestión del agua, haciendo lo que hay que hacer.

Como dijo Ortega y Gasset hace más de 80 años… “Argentinos, a las cosas…”.