Día Mundial del Retrete 2024: Un Llamado Urgente a la Acción por el Saneamiento Seguro
La conmemoración de este 19 de noviembre resalta la importancia de un acceso universal y seguro al saneamiento, subrayando su rol en la salud pública, la dignidad y la estabilidad social.
Naciones Unidas
El Día Mundial del Retrete 2024, celebrado el 19 de noviembre, ha puesto en el centro del debate global la importancia de un acceso seguro y digno al saneamiento. Este año, la reflexión gira en torno al lema "El retrete: un lugar para la paz", un recordatorio de que los sistemas de saneamiento no solo son vitales para la salud, sino también para la estabilidad social y la dignidad humana. La campaña de este año hace un llamado a la comunidad internacional para reconocer el retrete como un símbolo de seguridad y bienestar, un componente esencial para el desarrollo de sociedades justas y saludables.
A pesar de los esfuerzos globales por mejorar las condiciones sanitarias en muchas partes del mundo, casi la mitad de la población mundial, o alrededor de 3.500 millones de personas, aún carecen de acceso a servicios de saneamiento gestionados de manera segura. Entre ellos, más de 400 millones de personas continúan defecando al aire libre, lo que representa un grave riesgo para la salud pública y contribuye a la contaminación del agua y suelo. Esta crisis de saneamiento perpetúa un ciclo de enfermedades evitables, como el cólera y la fiebre tifoidea, que afectan principalmente a las comunidades más vulnerables.
El saneamiento seguro no solo es un derecho básico, sino un pilar fundamental para prevenir enfermedades mortales y proteger la salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un acceso adecuado a agua potable, saneamiento e higiene podría salvar hasta 1,4 millones de vidas al año, lo que subraya la magnitud de la crisis sanitaria que enfrenta el mundo. La falta de infraestructuras de saneamiento tiene consecuencias devastadoras, no solo en la salud, sino también en la dignidad de las personas, especialmente de mujeres y niñas, que son las más afectadas por la falta de privacidad y seguridad al no contar con instalaciones adecuadas.
La campaña de este año también subraya la conexión directa entre el acceso a un retrete seguro y la paz social. En situaciones de conflicto o desastres naturales, los sistemas de saneamiento suelen ser de los primeros servicios afectados, lo que pone en peligro la vida de miles de personas desplazadas y residentes en zonas inestables. En estos contextos, donde más de 2.000 millones de personas viven en áreas afectadas por conflictos o desastres, la falta de acceso a instalaciones sanitarias seguras agrava aún más la crisis humanitaria. De hecho, los niños que viven en contextos de guerra tienen tres veces más probabilidades de defecar al aire libre y ocho veces más probabilidades de carecer de acceso a agua potable, lo que expone a las nuevas generaciones a riesgos sanitarios extremos.
Por otro lado, el cambio climático ha exacerbado aún más la crisis del saneamiento, ya que fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones, sequías y terremotos destruyen infraestructuras sanitarias y contaminan fuentes de agua. La Asamblea Mundial de la Salud ha declarado el cambio climático como una amenaza inminente para la salud pública, y los desastres naturales relacionados con el agua representan el 70% de todas las muertes causadas por fenómenos naturales en las últimas cinco décadas. La falta de resiliencia en los sistemas de saneamiento frente a estos eventos climáticos está creando una vulnerabilidad aún mayor para comunidades ya en riesgo.
En este contexto, la ONU ha instado a todos los gobiernos a redoblar los esfuerzos para garantizar el acceso universal a servicios de saneamiento para el año 2030, como parte del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6, que busca garantizar el acceso de todos a agua limpia y saneamiento. Sin embargo, los avances hacia esta meta se están viendo obstaculizados por la falta de inversión y prioridad política en la infraestructura necesaria. Solo a través de un compromiso global coordinado será posible cerrar la brecha de saneamiento y garantizar un futuro más saludable y seguro para todos.
La resiliencia en los sistemas de saneamiento debe convertirse en una prioridad en las políticas públicas. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y otros actores internacionales están implementando programas que brindan servicios sostenibles de saneamiento en zonas de emergencia, garantizando que las comunidades afectadas puedan reconstruir sus infraestructuras y establecer condiciones de vida más seguras. Sin embargo, la solución a largo plazo requiere compromiso político, financiamiento adecuado y la cooperación internacional.
Este Día Mundial del Retrete 2024 no solo es una ocasión para reflexionar sobre la importancia vital del saneamiento, sino también para actuar. La educación y sensibilización sobre la importancia de los retretes y los servicios de saneamiento son cruciales para fomentar un cambio de mentalidad y acción. La construcción de un futuro donde el acceso a un retrete seguro sea un derecho universal es posible, pero solo con la colaboración de gobiernos, empresas, ONGs y la sociedad civil.
Es hora de reconocer que un retrete seguro es mucho más que un simple espacio de higiene: es un símbolo de progreso, dignidad y justicia social para millones de personas en todo el mundo. Con el compromiso y la acción de todos, podemos construir un futuro donde el saneamiento sea una realidad para cada ser humano.
Naciones Unidas